En los envíos la calidad del servicio también es fundamental
Cuando hablamos de la satisfacción del cliente, nos referimos al resultado del estado de ánimo del mismo en consecuencia a la calidad de compra de un producto u obtención de un servicio y sus expectativas en el resultado final. De aquí se desprende un término que se escucha frecuentemente: el servicio al cliente. El servicio al cliente es un conjunto de acciones y medios llevados a cabo para lograr la satisfacción de éste en todo el proceso de la compra. Todo lleva a un círculo vicioso, por llamarlo de alguna manera, y si el cliente está satisfecho, pues la atención ha sido la esperada y el resultado también; la respuesta del consumidor a la calidad del servicio es uno de los eslabones que terminan de cerrar ese círculo.
En el área de envíos de mercadería locales e internacionales, ya sea por vía terrestre, aérea o marítima, la calidad del servicio es lo que importa, concretamente. En primer lugar, se genera la compra, y éste es el primer contacto que se genera con el cliente y de allí el servicio se extiende hasta que el producto arriba a la puerta del hogar. Existen muchas etapas y personas involucradas que trabajan paso a paso para que la prestación sea la adecuada; desde los agentes de compras, aduaneros hasta los transportistas aportan su grano de arena y el cliente tiene la oportunidad de valorar y evaluar el servicio.
Una de las propuestas para que tanto el cliente como el prestador de servicios tengan un parámetro de la calidad brindada es ofrecer una encuesta de satisfacción al cliente. Con este tipo de encuestas, que pueden ser telefónicas, vía online o personalmente, se puede determinar el grado de satisfacción obtenido. Es un método económico y eficaz y propicio para conseguir información sobre los clientes. De allí se desprenden tomas de decisiones importante para el futuro servicio de la empresa a corto o largo plazo.
Una encuesta o cualquier otro tipo de herramienta de esta índole son realmente necesarias para conocer el nivel de satisfacción del cliente y entender sus necesidades para mantenerlos complacidos. Además, para la empresa es un factor fundamental porque ayuda a detectar áreas de mejoras y construir lazos con el cliente. Inclusive, es productivo para saber si los clientes se mantendrán vigentes y hasta estar al tanto si el servicio puede ser recomendado o reutilizado nuevamente.